Ocho cosas sencillas que las empresas pueden hacer para mejorar su capacidad de innovación

En una era tan competitiva como la actual donde los mejores destacan por pequeños detalles, es imprescindible que dentro de una organización, todos sus miembros dediquen tiempo y esfuerzo a ejercer acciones que vayan en beneficio de la misma. Visto desde un punto de vista más amplio, opino que consolidar apuestas que permitan el desarrollo de la innovación, va a ser un factor fundamental dentro de la competitividad organizacional.

Es entonces cuando como empresa, se debe reconocer qué aspectos estamos desarrollando para permitir que ese proceso innovador se geste en nuestra organización. Por otro lado, opino también que si hay un lugar natural en las organizaciones para promover la innovación es el área de Aprendizaje y Desarrollo o en inglés, en Learning and Development (L&D)

  1. Servir de espejo

Está comprobado que los empleados, las personas, los niños, actúan e incorporan nuevos comportamientos por imitación. Por ello es fundamental la formación de una conducta positiva y la mejor manera para lograr una buena empatía es estableciendo desde los propios jefes y superiores (que ojalá siempre fueran líderes), los principales patrones para los procesos innovadores de la organización.

Hoy en día las grandes corporaciones tienen en sus gerencias a personas capacitadas. Por ello, para no limitar su desarrollo es importante abrir espacios que permitan crear y refrescar nuevos métodos o herramientas de trabajo. Así se puede guiar a un grupo de personas hacia la innovación. Este es un paso fundamental de una estrategia de Learning & Development.

  1. Establecer metas, y dejar que se haga camino al fracasar

No hay nada más seguro para un empleado que saber  a dónde tiene que llegar. Gracias al L&D la organización puede establecer diversos planes con objetivos específicos, los cuales se deben cumplir en lapsos determinados. De esta manera las personas de empresa trabajarán para cumplir dichos planes aplicando herramientas novedosas.

Aquella frase “trabajar bajo presión” ha quedado en el pasado: los nuevos managers han de preferir establecer metas y tiempos y dejar el espacio para que cada miembro de la organización pueda desarrollar a plenitud sus ideas, siempre y cuando permitan cumplir sus metas con la menor cantidad de tiempo invertido.

  1. Validar las ideas

Cuando se llevan a cabo acciones para innovar, muchas veces el proceso suele pasar por una lluvia de ideas y ya está. Creo que hay que impulsar la metodología Lean StartUp para validar cada hipótesis planteada, que hay que “enamorarse del problema y no de la solución” . Transmitir este punto es crucial para el desarrollo de la innovación. “Love the problem, not the solution” dice Ash Maurya.

  1. Crear equipos extraordinarios

Sabemos que el desarrollar una idea en muchos casos puede ser un proceso complejo, sin embargo, para no generar un agotamiento mayor dentro de las personas de la empresa, se han de crear equipos de trabajo que puedan aplicar procesos innovadores a las tareas diarias dentro de la organización, con autogestión y responsabilidad.

Con el establecimiento de dichos equipos de trabajo, se estaría generando dentro de la organización una mejor empatía en cuanto a los integrantes de la misma y paralelamente en un proceso de formación se establecería un líder de grupo capaz de asumir en el futuro posiciones de vanguardia. Y si se hace bien bien, entonces podríamos desarrollar estructuras adhocráticas para complementar las tradicionales, para ir más rápido, aprender mas rápido, transformarse más rápido.

Puedes ver algo más sobre este punto en mis otros post:

  1. Recompensar y reconocer

Cualquier acción que desarrolle un individuo debe estar destinada a obtener algo a cambio. Por ello es importante ofrecer una buena retribución a cambio. Y no me refiero al aspecto económico en sí (que también), por el contrario aquello que permita satisfacer ciertas necesidades como trabajador más allá del tema salarial. Sentirse reconocido, apreciado, querido, por la organización y sus personas, es absolutamente relevante. Quizá baste con una carta de la persona adecuada, con unas palabras, con un pin, o con tiempo, tiempo para desarrollarse o para desarrollar proyectos innovadores.

  1. Crear espacios donde puedan ocurrir cosas extraordinarias

Quizás este aspecto deba estar unos lugares más arriba, pero lo cierto es que tan importante es el contar con un plan de reconocimiento y recompensas, como sentir que el espacio para desarrollar los proyectos de innovación es el adecuado. Para tener una percepción de lo que significa para las organizaciones la innovación, han ocupado parte de su espacio físico con diversos elementos (vending de café, sillas cómodas, puff, etc) solamente para que se pueda invertir gran parte de su tiempo en pensar, en innovar. Eso no es suficiente.

Hay que crear espacios de referencia para los proyectos de innovación, que cambien el mindset, que protejan a las personas, que multipliquen la fertilización cruzada, que transpiren, y que inspiren a las personas. O quizá hay que cambiar todo el layout de los espacios físicos de la empresa…

  1. Fomentar el crecimiento en todas sus dimensiones

Innovar es aprendizaje, y en un mundo tan cambiante como el actual, el estar en contacto con las fuentes de información que aporten nuevas experiencias dentro del modelo de cambio y desarrollo que se pretende lograr es sumamente importante, sobre todo si se desean resultados significativos en poco tiempo. Como parte del aprendizaje hay que crear espacio y tiempo para coincidir con las personas a las que queremos que se imite, dejar que interaccionen, que se comuniquen, que conversen,  y que inoculen el virus de la innovación a sus pares.

Por ello es que el proceso de capacitación constante es una herramienta que permite conectar las experiencias previas con el nuevo conocimiento para así consolidar una base de desarrollo importante para el proceso de innovación. Sobre esto, se cimienta buena parte de la estructura funcional de un plan de Learning & Development.

  1. Estar preparado para “cagarla” (se me disculpe la expresión)

No todos los procesos innovadores resultan efectivos, es más, casi todos resultan un fracaso, pero un fracaso del que se aprenderá mucho y que irá construyendo el éxito de los futuros proyectos. Por ello es que las organizaciones han de perder el miedo a fracasar en los intentos y deben en todo momento motivar a las personas a seguir probando. Sigue probando, sigue cagándola, sigue aprendiendo.

 

Creo que estos sencillos pasos están al alcance de empresas y organizaciones y que pueden aplicarse con la finalidad de mejorar los procesos innovadores dentro de las mismas, sin que ello represente una inversión cuantiosa. Es más de espíritu que de estructura.