Tu cerebro no es un ordenador. ¿Cómo entender el aprendizaje?

Recientemente leía el artículo magnífico de Robert Epstein, “Empty Brain” y conectaba cosas y tomaba estas notas que comparto.

Desde que aparecieron las primeras computadoras, los científicos han intentado establecer un cierto paralelismo entre el funcionamiento de los ordenadores y el del cerebro. Hasta tal punto que se ha dicho que el ordenador es un cerebro artificial, así como que el cerebro funciona almacenando y procesando datos. Es cierto que parte de la comunidad científica ha defendido esta idea hasta el momento. También hay otra parte que niega esta teoría. Según algunos especialistas investigadores en neurociencia, el cerebro humano no adquiere ni desarrolla su aprendizaje como si fuera un sistema informático. El cerebro (en este caso, humano), no es ni podrá ser nunca un ordenador guardando información.

¿Cómo funciona el cerebro?

Cómo funciona el cerebro es una gran incógnita. Pero sí se sabe o se está cerca de conocer con más claridad cómo no funciona. No funciona como una computadora. En primer lugar, porque el cerebro no posee un almacén de ideas. El cerebro no contiene una base de datos ancestral, como se ha dicho en ocasiones. No posee patrones de uso que ayuden al cerebro a realizar algoritmos a través de los cuales se aprendan y se descubran cosas. Los ordenadores sí almacenan y recuperan datos. Es lo que se conoce como memoria física dividida y almacenada en pequeñas unidades y opera mediante algoritmos.

Exposición sobre el cerebro

A lo largo del tiempo ha habido muchas teorías acerca del funcionamiento del cerebro y de la adquisición del aprendizaje. Los primeros filósofos pensaban que, al ser creados los hombres, Dios o el creador les insuflaba el humus. Más tarde, debido a los conocimientos en ingeniería hidráulica, se pensó que el cerebro funcionaba por la transmisión de diferentes fluidos por el cuerpo. Más tarde, con la aparición de las máquinas y los autómatas, los seres humanos empezaron a ser vistos como máquinas complejas.

Según algunos científicos, los recuerdos se almacenarían en neuronas individuales. Pero esta teoría también flaquea. En otro bando, hay expertos que, si bien aceptan que el cerebro pueda tener algunos conocimientos o ideas almacenadas, sin embargo, consideran que son las experiencias vividas a lo largo de la vida las que más influyen en la manera de interactuar con el mundo. Las experiencias irían modificando la visión y personalidad, además del comportamiento. Las experiencias provocan los cambios del comportamiento para ajustarse al entorno y a lo que se espera de cada uno.

Es verdad que aprenderse una canción o un poema provoca una serie de cambios en el cerebro, pero dicha canción o poema no se almacena en el cerebro.

El comportamiento más bien obedecería a una interacción directa entre los organismos y su mundo. El cerebro humano es un misterio, pero nunca será tan “perfecto” (ejem) como pueda ser una computadora.

 

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Nombre del autor de la imagen: ©Ion Curiel