Los valores como parte fundamental del Liderazgo Ético

Actualmente, son muchos los escándalos que se ven tanto dentro como fuera de las organizaciones más grandes a nivel mundial, en empresas, ONGs, clubes deportivos, política… e inclusive algunas pequeñas. La mayoría de los mismos se deben casi siempre a la falta de ética de los líderes, directivos y empleados. Me parece un problema grave la falta de un liderazgo responsable y ético. Creo que el liderazgo y la innovación deben abordarse siempre desde la responsabilidad y la ética.

Como es de esperar, la corrupción también forma parte de este declive de moral entre las empresas, lo que ocasiona que los consumidores pierdan la confianza y apego que desarrollaron a través del tiempo con la misma, y demanden una rendición de cuentas y una asunción de responsabilidades.

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Las organizaciones del sector público no se escapan de este bochornoso tema. Más de una vez algún ministro ha debido abandonar su cargo tras verse envuelto en noticias sobre lavado de dinero o malversación de fondos. Incluso los hay que tras la bochornosa situación ni siquiera dimiten…

Es por eso que es de suma importancia el Liderazgo Ético. No sólo debemos procurar que sea la persona más letrada en el puesto de más peso en nuestra empresa, sino que además hay que asegurarse que ésta conozca y, sobretodo, practique los valores y buenas costumbres. De su comportamiento y acciones dependerá la visión que tengan los demás sobre nuestra compañía. Y de esa visión, se contagiará la cultura de la organización. ¿Imaginas una empresa que se diga a si misma que es transparente y que su presidente no practique la transparencia? ¿Qué contagia ese comportamiento a todos los niveles de la organización? Da qué pensar.

Según el informe The importance of ethical leadership, publicado en The Institute of Leadership & Management, se concluye que un 77% de los entrevistados está de acuerdo en que la percepción del público consumidor sobre la conducta ética va en aumento desde el año 2008. Sin embargo, un 35% asegura que sin importar cuántas evaluaciones e indagaciones se les realicen, las normas de las organizaciones van en declive.

Por otra parte, la investigación apunta que los directores y responsables de las empresas no poseen conexión alguna con sus empleados, lo que ocasiona una falta de sentido de pertenencia en estos últimos, y que no tengan ningún interés en sacar adelante a la compañía en cuestión.

Aunque un significativo porcentaje de los empresarios (38%) asevera que sus trabajadores conocen el verdadero valor que tienen para la organización, en muchos casos éstos no se sienten integrados y esto se puede apreciar claramente en sus comportamientos y compromiso para con la sociedad.

Por esta razón, encuentro importante la incorporación de los valores éticos y morales en todos los departamentos de la empresa. No se trata de colocar un cuadro donde se mencionen una serie de normas y conductas a seguir, no se trata de establecer “cómo se han de hacer” qué cosas, Es más bien mucho más que eso y en suma, casi todo lo contrario. Se ha de buscar que desde los altos cargos, se imponga sutilmente y con la naturalidad humana necesaria, un comportamiento modelo, donde todos se incluyan por igual.

Se trata de fomentar un poco de conciencia en cada uno de los que conforman esta sociedad laboral. Con el ejemplo es más probable que llegue más rápida la información ya que el viejo modelo de “yo mando – tú ordenas” ha quedado obsoleto. Necesitamos más ejemplo de más líderes innovadores que practiquen como norma, comportamientos éticos y responsables.

Por último, ¿cómo relaciono esto con la importante función de los departamentos de “Aprendizaje y Desarrollo (L&D en sus siglas en inglés)” ?

Creo que estos departamentos o direcciones o unidades de “Recursos Humanos” o “Personas” o “Talento” tienen un nuevo rol en el futuro.

Para mi, L&D, formación y aprendizaje y también desarrollo, adquiere un nuevo rol y se convierte en el encargado de asegurar que todos los que componen la compañía tengan las herramientas y habilidades necesarias para responder de manera adecuada a las demandas de los clientes, rigiéndose por los valores de la empresa, pero añadiendo entre sus participantes a los más altos cargos de la organización.

¿Hacen falta “Facilitadores de Ética y Responsabilidad” en las organizaciones?